Sra. Presidenta de la Asociación de Reparaciones Navales de Las Palmas, autoridades, amigas y amigos.
“Navegando seguimos, llevando afligidos los ánimos, y a una tierra llegamos de gente orgullosa”.
Estas palabras de Homero en La Odisea, Canto IV, definen por sí mismas a los hombres y mujeres vinculados a las labores del mar desde tiempos inmemoriales, desde la marinería, la estiba, el avituallamiento y la reparación naval.
En 2019, recibí el encargo, de manos de Vicente Marrero, Presidente de FEMEPA en aquellos momentos, de hacer una escultura que homenajeara a la reparación naval, encargo que se tradujo en la maqueta de ésta obra que hoy inauguramos.
Mis recuerdos de infancia, finales de los 50 del siglo pasado, me llevan a rememorar el Puerto de Santander, con el paseo Pereda incrustado en la actividad portuaria y urbana, donde entonces, los barcos que recalaban al norte industrial seguían arribando allí con su trasiego de mercancías, era un espacio de esparcimiento ciudadano porque el puerto y la ciudad eran un corpus.
Ya de regreso a Las Palmas a principios de los sesenta, también los tinglados portuarios de nuestra ciudad me confirmaban, más aún si cabe, mi condición de hombre urbano y ribereño apegado a la contemplación del horizonte, a mi ensoñación y a mi predisposición al imposible.
De esta contemplación portuaria surge la composición de la obra, con esa estructura geométrica que nos recuerda cuán simple y compleja a la vez es la construcción de un barco, su armoniosa estructura interna, que permanece oculta a la realidad de su cometido, y que solamente aquellos que participan en su elaboración se deleitan con esta belleza que, de alguna manera, he querido revelar a los ojos de los ciudadanos.
La escultura, es pues un homenaje a los trabajadores y empresas dedicadas a la reparación naval. Ésta comenzó en 1492, con los trabajos que Cristóbal Colón realizó en la carabela “La Pinta”, para proseguir su viaje hacia el descubrimiento de América, lo que devino posteriormente en los “carpinteros de ribera”, maestros importantes en el desarrollo de nuestro puerto, y su estratégica situación de reparaciones y avituallamiento naval.
Esa escultura, titulada BAOS, está realizada en acero corten y pintada en rojo, con unas dimensiones de 600 x 440 x 60 cm, representa los elementos constructivos navales, las cuadernas y el baos.
Después de casi tres años, pandemia de por medio, la escultura BAOS, luce ya en su ubicación definitiva.
Mi agradecimiento a las empresas que han participado en la construcción de la escultura: FEROHER, CARENADOS CANARIOS, ASTICAN y, la AUTORIDAD PORTUARIA.
Así mismo, mi sincero agradecimiento y reconocimiento por el trabajo excelentemente realizado a Felipe del Rosario (FEROHER), Juan Carlos García (FEROHER), Roberto Santiago (CARENADOS CANARIOS), Toñi Bordón (AUTORIDAD PORTUARIA), Yaiza Enriquez (FEMEPA) y, especialmente, a Vicente Marrero (FEMEPA – ASOCIACIÓN DE REPARACIONES NAVALES), por su entusiasmo en el proyecto, su profesionalidad, comprensión y buen hacer.
Una mención especial a Pedro Romera (arquitecto) por su colaboración en el diseño de la peana y a Vicente Mirallave, por el desarrollo de los planos constructivos.
Pues sin ellos no habría llegado a buen puerto esta singladura.