Todas las entradas de: Leopoldo Emperador Altzola

EL TIEMPO; el único detergente que no falla (o cómo convertir la suciedad en limpieza sin tener que frotar)

José-Díaz-Cuyas
José Díaz Cuyás

«Una famosa taza de té una vez se hizo pedazos y fue reparada con cemento de oro convirtiéndose en un objeto aún más valioso por las accidentales líneas doradas que cubrían su superficie.» (Alan W. Watts).

kintsugi-min
Kitsugi Ming

Extraña época.

El lenguaje está partido y sólo podemos partir del lenguaje.

Es precisamente ahí, en los puntos de quiebra, donde el arte juega su partida, o si quieren su partido, o sea, donde compite y se hace competente.

Claro que hablamos de arte de alta competición…

Aquel que desborda la lengua, como por una ensalivación excesiva, fruto del deseo de sobrepasar los límites, de llegar al otro lado. Una inundación que se extravía allí donde los bordes, las líneas, son menos firmes, están menos afirmadas o son más difíciles de afirmar.

Pero el agua de las riadas se desperdiga, se pierde, sólo se detiene en las fronteras de su propio agotamiento. El artista para aprovecharla, para hacerla fértil, ha de convertir el riesgo en riego, debe convertirse en agrimensor, debe establecer sus dominios y ser capaz de reconocerlos.

Para nosotros la pregunta es: ¿Cómo se verá, si es que esto es posible, o por lo menos cómo se vislumbrará el paisaje que forman estas propiedades de los artistas del «otro lado»?.

Es posible que podamos recurrir a diferentes vistas, a distintas estampas de estos afincamientos, pero ninguna me parece más clara, más visible, que la instantánea, detenida y fragmentada del «Criadero de polvo».

Man Ray y Marcel Duchamp, Élevage de poussière (criadero de polvo)

Duchamp, artista del campo, de su campo, un hombre que conocía bien sus terrenos, al que le gustaba recorrerlos distraído, aunque nunca tanto como para saber cuando y donde se salía de campo.

«He aquí los dominios de Rrose-Sélavy». !Qué precisa, que acertada, la mirada de Man Ray!. ¿Qué es el «Criadero de polvo» sino una vista del paisaje duchampiano?.

El Gran Vidrio, una obra inacabada, interrumpida, pero no abandonada.

Marcel Duchamp. Gran Vidrio

Su interrupción es la que nos permite ver los auténticos dominios de Rrose-Sélavy. Era necesario detener el trabajo sobre el vidrio, dejar de limpiarlo, para que pudiera convertirse en criadero. El polvo que día tras día se acumula dejará de ensuciar, de ser ajeno. El tiempo permitirá que lo sucio, lo que sobra, sea integrado en un orden distinto, se convierta en un paisaje nuevo.

Marcel Duchamp. Rrose-Selavy

De este modo Duchamp pasa de ser un creador a convertirse en un criador, a ser propietario de un lugar en que se cría polvo.

El artificio, el orden interno del Gran Vidrio se ha enfundado de naturaleza, la naturaleza ha florecido revistiéndolo todo de un gris uniforme.

Pero no olvidemos que lo que vemos es el campo de Duchamp, como vemos un jardín cuando detenemos la mirada en una vista del Rioanji de Kyoto.

Templo de Rioanji. Kyoto

No son las flores las que hacen el jardín.

Del mismo modo que la actividad a la que se dedican los artistas bonsaki es la de «cultivar» rocas, podríamos afirmar que la de Duchamp es dedicarse a «cultivar» polvo.

Aceptación del azar y de la cotidianeidad, saber desprenderse de las cosas, hasta de uno mismo. Preparar el campo y dejar que dé sus frutos.

Lo que era objeto ha pasado a convertirse en paisaje, en espacio.

El silencio se hace dueño de todo, el polvo acumulado impide ver con claridad y el tiempo entra pesado por nuestras narices. Imagen de la aridez, territorio desértico del que se ha expulsado a la palabra.

No hay referentes para descubrir la escala. Bajo la capa de polvo se distinguen unos relieves, se diría que se trata de construcciones abandonadas, suspendidas en el tiempo, como la huella críptica que una extraña forma de habitat deja marcada en el suelo.

Fragmentos. Restos de signos, restos de sentidos, restos de formas, suma de ausencias.

Sólo queda lo más firme, pero no el orden, este se rompe definitivamente, sin posibilidad de reconstrucción, puesto que construir es ordenar.

Y aprender a habitar en las ruinas del sentido.

Y hacerlo en semejante paisaje, inhóspito e inhumano, sin doblar las rodillas.

Y además hacerlo sin estornudar.

Derrotas

José Díaz Cuyás

un noble isleño, Juan Hidalgo, cuenta que el archipiélago canario se formó como consecuencia de una descarga seminal de Atlas sobre el océano

miraba al oeste, sin duda, pero no tardó en refrescar su espalda con los alisios en canarias, desde aquellos tiempos, el padre siempre está lejos cada cual lo encuentra, aquí o allí, lo adopta y le da sus apellidos

las líneas genealógicas están demasiado intrincadas para saber quién estaba en los orígenes de modo que es mejor trazarlas según el gusto pero, ¿bajo qué forma de gusto?

no es fácil saberlo en un mundo que se encuentra en pleno cambio de paradigma * asistiendo a la pluralidad y devaluación de los sistemas de interpretación en pleno baile de máscaras

hay que estar atento para reconocerse tras la mascarada

antiguamente, el artista que no perdía su línea podía transcribirla en un plano

existía un marco de referencias convenido y estable que servía como telón de fondo por el que deambular, sobre el que navegar

si se seguía una derrota por afán de lo remoto, se tenía la certeza de que añadiría un nuevo punto al mapa, un nuevo cabo, o una nueva isla, por qué no

pero nuestra tierra ha dejado de ser plana hace mucho tiempo y no hay indicios de que vuelva a serlo otra vez

la derrota ya no dibuja nuevas líneas en El mapa, ha quedado abandonada a su suerte, o a su grandeza, sola como derrota, viajando entre mapas

nuestras expediciones actuales son los viajes espaciales, en otro espacio y en otro tiempo, sin norte y sin rosa de los vientos hoy, mantener la línea obliga a viajar atravesando planos, a tocarlos tangencialmente perderse en ese viaje es el peligro que todo artista debe acometer el arte no es más que el dominio de una técnica para no perderse

y antes, el atrevimiento o la desesperación necesarias para estar en el lugar de la perdición donde te pierdes

no parece que sea un lugar al que se llegue mediante excursiones colectivas esos son otros derroteros y otras derrotas

José Díaz Cuyás

Textos de Leopoldo Emperador

Leopoldo Emperador: Esculturas recientes. 1990 – 2003

Hace ya muchos años tuve el privilegio de conocer a Leopoldo Emperador. Por entonces era responsable de las exposiciones y de las actividades que en torno a las Artes Plásticas se celebraban en el madrileño Círculo de Bellas Artes. Eran unos años en los que la obra de los artistas conceptuales, y Leopoldo Emperador era unos de sus más llamativos exponentes, acaparaban el interés de la mayoría de los amantes del arte. Desde aquellos tiempos, una gran amistad y una profunda admiración por su rigor artístico nos ha mantenido en estrecho contacto.

Leopoldo Emperador se movía por aquel entonces como pez el agua en los círculos artísticos. Su obra era valorada y reconocida tanto en España como en el extranjero. Sin embargo, aquellos éxitos de juventud no acomodaron su inquieto espíritu de artista; su afán de búsqueda y su voluntad innovadora le llevaron a probar nuevos lenguajes. A principios de los años noventa decide dar un vuelco total a su trabajo, y tras un tiempo de reflexión y experimentación, inicia una nueva andadura por caminos totalmente diferentes. Se siente mas escultor que nunca, estudia, busca y encuentra nuevos materiales que ensambla y reconstruye creando formas sorprendentes. Aparecen unas obras originales, insólitas, cargadas de una gran fuerza expresiva y un extraordinario interés artístico. Estas obras, abstractas al principio, figurativas al final, constituyen retratos sugerentes y evocadores de seres que habitan un entorno dulce e irónico al tiempo.

Esta última faceta de su trabajo es la que proponemos recorrer en la presente exposición, mostrando una cuidada selección de sus composiciones más recientes, un total de …. piezas realizadas entre los años 1990 y 2003 que sorprenden por su originalidad y gran calidad escultórica.

La realización de la presente exposición no hubiera sido posible sin la generosidad del propio artista, quién ha puesto a nuestra disposición las obras, documentos y materiales que hemos necesitado para realizar con buen fin nuestro trabajo, y sin la colaboración de nuestro común amigo Alfredo Delgado, quien con su ayuda ha facilitado en gran manera nuestra labor.

María Luisa Martín de Argila 2003
Comisaria de la Exposición

LUNAS CRECIENTES EN LA PUERTA ATLÁNTICA DE LEOPOLDO EMPERADOR

La presencia de una estructura de grandes dimensiones alzada en un espacio abierto sugiere la idea de que aquella, como el resto de las cosas bellas, podrían alcanzar una longevidad casi perenne; quizá, una inmortalidad, ya que el hombre no la posee, que testimoniara con el peso de las centurias lo que una vez ocurrió en algún lugar determinado. Pero la acción erosiva de los humos, ya se sabe, mermará con absoluta seguridad la juventud de cualquier creación que se emplace en un espacio abierto. No obstante, el natural envejecimiento de estas estructuras alzadas para el deleite visual parece colaborar en la supuesta dignificación de su condición artística al teñirse de historicidad con el paso del tiempo.

Es común que a niveles artísticos se de una sensibilidad peculiar a la idea de que es necesario adquirir una conciencia del paisaje urbano, además de pragmática, también estética. El hecho de que la planificación de nuestra ciudad sea extremadamente longitudinal debería estimular la necesidad de alzar esculturas que disminuyan esa tensión espacial generada por esta particularidad topográfica de una ciudad como Las Palmas.

El proyecto que presenta en maqueta actualmente Leopoldo Emperador en el Colegio de Arquitectos (ideado en 1994) propone una escultura de grandes dimensiones en un espacio abierto, y por tanto, resume el punto anteriormente mencionado. La verticalidad de esta pieza, como cualquier otra tridimensionalidad, rompe la inercia tediosa de una ciudad que crece longitudinalmente y se alarga de extremo a extremo, como la epidermis elástica de una serpiente estirada que cuando engulle parece crecer de cabeza y de cola.

La escultura proyectada supone el contrapunto formal, la referencia en clave de alzado a la idea de punto neurálgico alrededor del cual se trazan unas vías de circunvalación y se desarrolla una segregación de tráfico rodado. En este recorrido, monótonamente lineal, la puerta saluda o despide, depende, a los automovilistas con aires salinos que, desde el Atlántico, perfuman la Avenida Marítima.

Si alzamos la escultura en planos advertimos que se trata, en realidad, de un poliedro cuyos lados difieren ópticamente unos de otros, percepción ilusoria que variará de acuerdo con la situación del conductor en las vías. Por ello asemeja a una puerta giratoria de cuyo eje central o columna vertebral parten las hojas que se fragmentan repetidamente en semilunas y cuyas convexidades miran al cielo y escalonan el espacio celeste hasta topar con un semiarco en forma de herradura que corona la escultura. Su volumen es rotundo, sí; pero su composición está dominada por lunas crecientes o decrecientes, según se miren, que a modo de construcciones vacías ahuecan la escultura y la aligeran de forma admirable. Estos sistemas de vanos crean una buena relación espacial entre las piezas. Y, sobre todo, visualmente permiten la proyección continua de la perspectiva. Asi es como la visión del horizonte no se ve truncada por una escultura compacta y cerrada, bien al contrario la concepción constructiva de sus elementos compositivos posibilitan una obra abierta y dinámica, como una puerta rotatoria cuya articulación espacial de sus extremidades se extienden muy alejadas de su eje central. Sin duda, este es uno de los mayores aciertos de Emperador: el hecho de haber logrado concebir un sentido abierto y giratorio de esta macroescultura, o también, lo que actualmente se suele nominar en clave de combinados o binomios plásticos la “arquitecto-escultura” o, para acabar con la retahíla de bautizos, la escultura arquitectónica, mediante la articulación abierta de sus volúmenes que se suman al espacio azul como cualquier otro elemento en él. Encajar la escultura en un espacio tan abierto y a tales dimensiones de escala entraña, para cualquier artista, dificultades obvias. Sin duda, el ritmo de tráfico rápido y el enredo vial que lo acompaña parece alentar la creación de un entramado escultórico asimismo dinámico. La puerta exige una contemplación ágil y por ello una definición espacial determinada.

Bien podríamos hablar de un sistema por iluminación natural y otro por luz artificial durante las horas de nocturnidad. En el primer caso, se trata de una escultura a priori pensada de modo que, sus volúmenes, arco superior, entrantes y salientes, estén adecuados a la incidencia de la luz diurna, mientras que, para las nocturnas, la escultura permite alojar un sistema de luces en aquellos puntos visualmente más estratégicos.

Como es habitual en el discurso de Emperador desde sus comienzos artísticos hay, en esta pieza, un contenido teórico que otorga carácter simbólico a la misma (expresado en el texto de su catálogo). El artista fundamenta la construcción de la escultura en la idea de que se proyectó para ser emplazada en un lugar cercano al mar como un elemento que emerge del territorio sin abandonar las miras al borde marítimo. Por ello en numerosas ocasiones me ha parecido visualizar la estructura de un gran pez cuyas aberturas branquiales aletean pidiendo oxígeno después de haber sido sacado de su medio.

Se trata de una obra que anhela absorber todas las experiencias que la huella del tiempo (y también los humos y otras sustancias) deposite en ella. Su presencia se erigirá (si la dejan) como la formación visible de episodios viarios que sucederán en el existir cotidiano de la ciudad. Ella se untará de historia con los pasos figurados de su estática existencia. Pero de momento, el proyecto se encuentra en estado fetal (por eso es proyecto) dispuesto en una incubadora.

Nuria González Gili 1997

ESCULTURAS MÁS RECIENTES

La obra escultórica de Leopoldo Emperador comenzó en 1990. Hasta la actualidad sigue desarrollando esta disciplina artística.

Sátiro entre filodendros. 2011. Hierro forjado, pavonado químico y cera. 65 x 55 x 22 cm. Colección privada. Las Palmas

Papayero II. 2010. Hierro forjado, pavonado químico y cera. 47 x 52 x 32 cm. Colección privada. Las Palmas.

Jacaranda. 2011. Hierro forjado, pavonado químico y cera. 33 x 62 x 40 cm . Colección privada Las Palmas.

Hokusai 3/11. 2011. Hierro forjado, pavonado químico y cera. 46,5 x 52 x 6 cm. 2 ejemplares. Una en Colección privada Las Palmas. Otra disponible.

Cepa. 2011. Hierro forjado, pavonado químico y cera. 29,5 x 43 x 31 cm. 

Otomana II. 2009. Hierro forjado, pavonado químico y cera. 62 x 38 x 29 cm. 

Flamboyan II. 2011. Hierro forjado, pavonado químico y cera. 63 x 33 x 31 cm .

Flamboyan I. 2010. Hierro forjado, pavonado químico y cera. 29 x 36 x 34 cm. Colección privada Madrid.

Espiga. 2011. Hierro forjado, pavonado químico y cera. 35,5 x 62, 5 x 41,5 cm . Colección privada. Barcelona.

Aspid. 2011. Hierro forjado, pavonado químico y cera. 21, 5 x 56, 5 x 32 cm . Colección privada. Tenerife.

Arborescencia I. 2010. Hierro forjado, pavonado químico y cera. 27 x 30 x 26,5 cm. Colección privada. Las Palmas.

Sicomoro II. 2008. Hierro forjado, pavonado químico y cera. 47 x 54 x 37 cm. Colección privada. Las Palmas.

Sicomoro I. 2008. Hierro forjado, pavonado químico y cera. 67 x 30 x 16 cm. Patrimonio del Excmo. Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria.

Giverny. 2008. Hierro forjado, pavonado químico, cera y madera. 90 x 80 x 23 cm.

Adelita. 2010. Hierro forjado, pavonado químico y cera. 22,5 x 21,5 x 12 cm. Colección privada. Las Palmas.

Almond Blossoms-Arborescencia IV. 2013. Hierro forjado, pavonado químico y cera. 18 x 47 x 19 cm. Colección privada. Las Palmas.

Arborescencia III. 2012. Hierro forjado, pavonado químico y cera. 26 x 12 x 14 cm. Colección privada. Las Palmas.

Arborescencia II. 2012. Hierro forjado, pavonado químico y cera. 31, 5 x 15,5 x 12 cm. Colección privada. Las Palmas.

Blossoms I. 2012. Hierro forjado, pavonado químico y cera. 26,5 x 8 x 13 cm. Colección privada Las Palmas.

Blossoms III. 2014. Hierro forjado, pavonado químico y cera. 33, 5 x 17,5 x 15, 5. cm. Colección privada Las Palmas.

Lares. 2014. Hierro forjado, pavonado químico y cera. Colección privada Las Palmas.

Na-ÀNIMI VIII. 2017. Hierro forjado. 38,5 x 23,5 x 8 cm. Colección privada Las Palmas.

Na-ÀNIMI IX. 2017. Hierro forjado, pavonado químico y cera.
26,5 x 12 x 5 cm
The Goat. 2017. Hierro forjado y pavonado químico. 40 x 15 x 4,5 cms. Colección privada. Las Palmas de Gran Canaria.

La boda de las plantas. (Homenaje a José Viera y Clavijo). 2018
64 x 38 x 8 cms. Piedra de Ayagaures labrada, aguafuerte sobre plancha de hierro, hierro forjado patinado y madera de nogal.

El árbol del amor. 2016. Hierro forjado y pavonado químico. 12,5 x 22 x 11 cm. Colección privada Las Palmas.

Cabeza africana II. 2003-2016. Polispán y escayola. 37 X 35 X 17,5 cm. Preparada para fundir en bronce.

Cabeza africana I. 2003-2016. Bronce. 37 X 35 X 17,5 cm. Colección privada Las Palmas.

Baos II. Acero cortén. 118 x 83 x 12 cm. Financiada con el programa de Ayudas a la Creación de VEGAP

Na-ANIMI IX. 2019. Acero corten. 95 x 61 x 6,5 cm

Na-ÁNIMI X. 2019. Acero corten. 90 x 35 x 16 cm

Na-Ànimi de Chengdu. Acero corten, madera y mármol. 89 x 23,5 x 11 cms

Esculturas públicas

Mascarón de la Teodicea. Hierro

Mascarón de la TEODICEA.

Hierro.

Campus Universitario ULPGC

Tafira

NA-àNIMI I. Hierro

Na-ÀNIMI II

Hierro

Parque Municipal Las Chumberas

La Laguna. Tenerife

NA-àNIMIS. Acero cor-tén

Conjunto escultórico “Na-àNIMIS” para Arucas.

Acero Cortén.

Plazoleta Guillermo Sureda. Arucas. Gran Canaria.

Hierro y madera

“Totem, Fence and Sunbird”.

Hierro y madera.

Blackwater Museum. Armagh, Irlanda del Norte.

Mujer con tocado en espiral. Bronce

Mujer con tocado en espiral.

Bronce.

Paseo Costa Canaria. Playa del Inglés. San Bartolomé de Tirajana. Gran Canaria.

El sueño del milenio. Bronce

El sueño del milenio.

Bronce.

Parque Temático. Arrecife de Lanzarote.

Lectura en el jardín perfumado. Bronce. Rambla Medular. Arrecidfe de Lanzarote
Mujer portando objeto minimalista. Bronce

Mujer portando un objeto minimalista.

Bronce.

Casa de La Cultura. Arrecife de Lanzarote.

Themis en el jardín de las Hespérides. Bronce

 Thémis en el jardín de las Hespérides.

Bronce.

Plaza de Sta. Isabel de Hungría. Las Palmas de Gran Canaria.

Anitra´s Dance. Bronce

Anitra´s Dance.

Bronce.

Peer Gynt Sculpture Park. Lørenparken Oslo, Noruega.

Otomana. Bronce

Otomana.

Bronce.

Plaza de los Derechos Humanos. Las Palmas de Gran Canaria.

Perplejidad. Bronce

Perplejidad.

Bronce

Hospital Materno Infantil. Las Palmas de Gran Canaria.

Homenaje al bar.

Bronce

Paseo de Las Meloneras

BAOS.

2022. Acero Cor-Ten pintado. 600 x 440 x 60 cms.

Av. de Los Consignatarios, 17
35008 Las Palmas de Gran Canaria, Las Palmas.
 

Escultura-celosía

Proyecto de escultura para fachada edifício calle San Pedro. Las Palmas de Gran Canaria. Mayo 2000.

NOTAS AL PROYECTO DE ESCULTURA-CELOSÍA

Desciendo la cuesta San Pedro, llego a Triana, y en la intersección con Malteses, la calle se me presenta cuesta arriba.

No, no es una apreciación banal, es un efecto óptico motivado por su actual morfología. Demasiadas líneas rectas que ascienden trazadas desde el pavimento hasta la media altura humana y que, incomprensiblemente, acaban ahí sin definirse, ocultando, con breves puntos de luz alineados, meticulosamente exactos, los valores de algunas fachadas modernistas que, en un día no muy lejano, formaron parte de la piel de esta vía pública.

Observando estos elementos decorativos aún existentes; curvas en torno a dinteles, cenefas en paramentos, balcones de hierro forjado y un águila de bronce en la esquina de la calle Travieso, me devuelven a la memoria la apacible vista plana y la línea curvada de la acera que, sutilmente, invitaba a recorrer la calle sin prisas, en menesteres comerciales o bien por puro ocio, deleitándose uno en el paseo y la conversación, sabiéndose, arropado por una armonía de formas  caprichosas, de una epidermis cosmopolita que se identificaba con su carácter de vía principal, de calle comercial, por antonomasia, de la vieja ciudad que siempre permaneció abierta al Atlántico.  

Boceto preparatorio. Leopoldo Emperador 2000.
Dibujo preparatorio. 2000

Tiempo después, en el tiempo del neón y el metacrilato, cuando las prisas y la eficacia se instalaron definitivamente, otra relación espacio – temporal se estableció entre el ciudadano y la calle Triana. Los maceteros, las farolas y los bancos alineados, dispuestos frente a frente, sedimentan un discurso paralelo que va desde Malteses a San Telmo y que dificulta, más bien distrae, la relación del individuo con la arquitectura aérea, la que se despliega más arriba de la planta comercial que, con sus ampulosos escaparates llenos de luz y multicolores bienes de consumo, obliga a mantener la vista en la rasante, no más arriba del anuncio luminoso, reforzando este efecto óptico anteriormente mencionado y, en medio de todo ello aún subyace, como una sombra de lo que fue, la relación transversal de la vista, escudriñando, de derecha a izquierda, de arriba abajo y viceversa, en busca de referentes visuales pegados a la memoria.

Estas apreciaciones, si quieren Uds., subjetivas fueron determinantes a la hora de encarar el proyecto de una escultura-celosía para el edificio que promueve BASMALU S.L., en la cuesta San Pedro.

Dibujo 3.

Entre las premisas del proyecto se establecía desarrollar una estructura dinámica y transparente, un cerramiento que dejara ver el antiguo callejón allí existente y que, a su vez, potenciara la identidad del edificio en cuestión, dotándolo de una singularidad, de un elemento de identidad acorde con el entorno privilegiado e histórico de Triana.

Recurrir a una cierta estética basada en los pocos ejemplos de arquitectura modernista, que aún sobreviven en la calle, se hacía evidente a cada instante que me aproximaba a las diferentes soluciones formales de este proyecto.

Así, en la solución final, la verticalidad se altera con curvas y planos que se abren al exterior. Espacios huecos que permiten “respirar” a la pseudo-fachada que constituye esta escultura–celosía. Perforaciones, en la superficie, que “dibujarán” una piel interior por el efecto de la luz natural durante el día, así como otra provocada por la luz artificial, desde el interior, durante la noche, dotándola de una riqueza formal que trasciende la bidimensionalidad.

Maqueta.

El arco de entrada, el acceso físico al inmueble, se ha solucionado con la repetición de los dinteles existentes en ambas fachadas colindantes, forzando así una continuidad de líneas de fachadas tradicionales y asumidas. La incorporación de la clave, en el centro de la curva, refuerza la unidad del conjunto y fija un punto de peso en la composición uniendo la parte superior e inferior de la misma mediante una línea imaginaria, pues ambos elementos permanecen separados por un hueco que aligera todo el conjunto, unificando el espacio exterior con el “aire” interior. Así, la escultura-celosía, no se limita a una “epidermis” de fachada, sino que incorpora, a la misma, el “aire”, el espacio exterior de la calle y el interior del callejón. Una relación espacial que, a mi entender, es de vital importancia para su definición, su identidad de escultura autónoma que viene a cumplir, en este caso, la función de celosía.

Leopoldo Emperador Mayo 2002

ANITRA´S DANCE

Peer Gynt International Sculpture Contest. Selvaag Gruppen.

Oslo-Noruega 2006.

ANITRA´S DANCE

 

 

Henrick Ibsen (1828-1906

En su poema dramático “Peer Gynt” (1867), Ibsen se compromete simbólicamente con el problema del potencial o la falta de vida de la vida. Peer Gynt fue una verdadera persona que vivió alrededor de 1800 y cuyo nombre aún es recordado por los campesinos de Gudbrandsdalen, aunque parece que poco se sabe de sus verdaderas hazañas. Ibsen basó el personaje de Aese, la madre de Peer, en su propia madre. Escribiendo lejos, en Sorrento e Ischia, Ibsen pensó en su pelea de un héroe como la encarnación del temperamento noruego, el cual es una sátira, aunque persistentemente afirmó que su juego era más fantástico que satírico.

 

Eugene Delacroix (1798-1863), contemporáneo de Henrick Ibsen, refleja en la mayoría de sus obras una representación de escenas remotas, lejos de los acontecimientos del tiempo y su realidad.

 

Ambos, Ibsen y Delacroix, son seguidores del romanticismo tardío, de un romanticismo que rechaza las cosas ordinarias de la vida cotidiana, un romanticismo que selecciona los temas y un romanticismo de acción cautelosa.

 

 

En 1832, Delacroix, pasó seis meses en Marruecos, y este conocimiento de Africanlife, aparece en sus obras, como un recurso importante en sus imágenes. Las escenas de la vida africana ofrecen a Delacroix nuevo material para sus fantasías cromáticas.

 

Así, lo mismo para Ibsen, esta incursión en viajes a lugares exóticos, le permite alejarse de su realidad, desarrollar sus fantasías.

 

 

Mapa costa noroeste de África. Islas Canarias.

 

He elegido este paralelismo entre las obras de Ibsen y Delacroix para exponer mi proyecto de escultura para el concurso Peer Gynt. También me gustaría hablar sobre la fascinación que sentí cuando escuché por primera vez la Danza de Anitra, de Edvarg Grieg, la composición musical que Grieg compuso tan magníficamente en 1876.
Por otro lado, las Islas Canarias, donde vivo, no están lejos de la costa occidental de Marruecos. Todas las descripciones que Ibsen lleva a cabo en el Cuarto Acto, cuando Peer Gynt se queda en Marruecos, no son desconocidas para mi sensibilidad, porque el paisaje canario está moldeado por una voluptuosidad de la luz tropical, y eso es algo que permanece en mi memoria para siempre.
Incluso a veces, como Peer Gynt, puedo ver a Anitra bailando a mi alrededor con una pequeña nube girando alrededor de sus pies polvorientos.

 

La acción, que comienza a principios de la década de 1860, tiene lugar en parte en Gudbrandsdalen, y en las montañas que la rodean, en parte en la costa de Marruecos, en el desierto del Sahara, en un manicomio en El Cairo, en el mar, etc. …

 

PEER GYNT – ACTO CUARTO

Escena Primera

En la costa sudoeste de Marruecos. Peer Gyny es un apuesto hombre gentil de mediana edad, vestido con una elegante camisa de viaje, con un doble lente dorado que cuelga de su chaleco.

 

 

Escena Segunda

Otra parte de la costa. Claro de luna con nubes flotantes. El yate se ve lejos a todo vapor.

 

Escena Tercera

Noche. Un campamento de tropas marroquíes al borde del desierto. Relojes de fuego, con soldados que descansan junto a ellos.

 

Escena Cuarta

Recreo de día. La arboleda de acacias y palmeras. Peer Gynt en su árbol con una rama rota en la mano, tratando de golpear a un enjambre de monos.

 

Escena Quinta

Temprano en la mañana. Una región pedregosa, con el desierto sobre el desierto. Por un lado una grieta en la colina, y una cueva.

 

Escena Sexta

La carpa de un jeque árabe,  solo en un oasis.

 

Escena Sexta

Peer Gynt, con su vestimenta oriental, descansando sobre cojines. Él está bebiendo café, y fumando una pipa larga. Anitra, y un grupo de chicas, bailando y cantando ante él.

 

Jean Auguste Dominique Ingres. The big odalisque. 1814. Museo del Louvre.

 

PEER (Sus ojos siguiendo a ANITRA durante el baile).

Piernas tan ágiles como baquetas que revolotean. Ella es un bocado delicioso, esa moza! Es cierto que tiene contornos algo extravagantes, no de acuerdo con las normas de belleza. Pero ¿qué es la belleza ?. Una mera convención, una moneda hecha corriente por el tiempo y el lugar. Y lo extravagante parece más atractivo cuando uno de los normales ha bebido el relleno de uno. En la ley se pierde toda intoxicación. Ya sea regordete al exceso o excesivamente magro; ya sea muy joven o portentosamente viejo; el medio es mawkish Sus pies no están del todo limpios; ya no son sus brazos; en especial uno de ellos. Pero esto en el fondo no tiene inconveniente en absoluto. Prefiero llamarlo una calificación Anitra, ven a escuchar!

 

ANITRA (acercándose) ¡Tu sierva oye!

 

 

Eugene Delacroix Women of Algiers. 1832

PEER
Eres tentadora, hija mía. El profeta es tocado. Si no me crees, entonces escucha la prueba; ¡Te haré un Houri en el Paraíso!

 

ANITRA
¡Imposible, Señor!

 

PEER
¿Qué ?, ¿crees que estoy bromeando? Estoy sobrio, tan cierto como vivo!

 

ANITRA
Pero no tengo alma.

 

 

Jean-Auguste-Dominique Ingres Turkish bath.
1863
Louvre Museum

PEER
Entonces, por supuesto, debe obtener uno!

 

ANITRA
¿Cómo, señor?

 

 

PEER

Sólo vive solo para eso; Cuidaré de tu educación. ¿Sin alma?. Pues, en verdad no eres demasiado brillante, como dice el dicho. Lo he observado con dolor. Pero pooh! Para un alma siempre puedes encontrar sitio. ¡Ven aca! Déjame medir tu cerebro, niño. Hay espacio, hay espacio, estaba seguro de que había.
Es cierto que nunca penetrarás muy profundo; para un alma grande apenas alcanzarás, pero nunca tu mente; no importará un poco; Tendrás mucho para llevarte con crédito.

 

 

Boceto ANITRA´S DANCE. Leopoldo Emperador.

ANITRA
El profeta es amable.

 

PEER
¿Tu dudas?. ¡Habla!.

 

ANITRA
Pero prefiero hacerlo.

 

PEER
Di. No pierdas tiempo al respecto.

 

ANITRA
No me importa mucho tener un alma; dame mas bien

 

PEER
¿Qué niña?. ANITRA (apuntando su turbante). Ese hermoso ópalo.

 

PEER (encantado, entregándole la joya)

 

Bocetos Anitra´s Dance. Leopoldo Emperador. Crayón s/ papel.

 

Anitra !, Anitra! La verdadera hija de Eva !. Te siento magnético; porque soy un hombre. Y como un autor muy estimado lo ha expresado: “Das Ewig-Weibliche ziehet uns an”.

Perm Ballet
“Peer Gynt” fragmento del Acto II – Anitra´s Dance
Elena Kulagina

 

Simulación por ordenador.

Este proyecto de escultura, titulado Anitra Dances Dance, se basa en todo lo expuesto anteriormente; en la lectura del cuarto acto del poema dramático, “Peer Gynt” de Ibsen, en la escucha de la composición de Grieg, las referencias a la pintura de Delacroix y en el desarrollo de mi propio trabajo que llevo a cabo desde 1990, Es decir, una escultura que busca referencias en el movimiento de las vanguardias históricas y la influencia del arte africano en el arte contemporáneo.

 

 

Simulación por ordenador.

 

Descripción de los materiales utilizados:


La escultura se realizará en MAGISA, una fábrica de fundición en Madrid, que generalmente amplía mis esculturas de años anteriores, quedando completamente satisfecha con su trabajo bien hecho (vea las fotografías de mis esculturas en el catálogo enviado para la Fase I).


La escultura final deberá realizarse en fundición de bronce con una altura de 3 mil milímetros (3.000 mm), y la calidad del material será de bronce escultural 85/5.


Plan de finalización:


La realización de la escultura tardará tres meses desde la firma del acuerdo.

Video del proceso de fundición de ANITRA´S DANCE en Magisa. Madrid