Como artista que de la libertad de expresión ha hecho su razón de ser, no puedo más que celebrar este 40 aniversario de la segunda etapa de La Provincia, como un medio de comunicación que, incluso en los momentos más difíciles de nuestra transición democrática, apostó, sin duda alguna, por consolidar nuestras libertades democráticas; las de todos los agentes sociales sin distinción alguna: la política, la empresa, los sindicatos y la sociedad civil en general y, muy en particular, la defensa y promoción de la cultura de nuestra provincia, la libertad de expresión en su aspecto más comprometido e individual, como es la creación artística, con iniciativas tan encomiables como el suplemento cultural de los jueves; tribuna desde la cual, los profesionales que la tienen a su cargo, toman el pulso a la actividad cultural, sea la plástica, la literatura, la música, el ensayo, etc…con artículos de opinión o reseñas criticas sobre los eventos culturales de interés y actualidad. Iniciativa esta que, en su momento, supuso, para La Provincia, junto a otros rotativos nacionales, estar a la vanguardia de la prensa nacional, que empezaba a dedicar en sus planas, un espacio profesionalizado y con continuidad, un reconocimiento de que la cultura y el pensamiento son uno de los pilares esenciales de nuestra vida en convivencia y una herramienta fundamental para el desarrollo de una sociedad más justa y libre.
De otra parte, y en esa misma línea de preocupación por el desarrollo de las libertades democráticas, el espacio del Club Prensa Canaria, abierto a todas las iniciativas que se generan desde la sociedad civil de la ciudad de Las Palmas en el día a día, con una programación tan variada como amplio es el espectro de la misma, no hace sino insistir y cuidar con celo, del valor más preciado que las sociedades modernas tienen, esto es; la libertad de expresión como garante de nuestro mutuo entendimiento y respeto.
Pero destacable, en mi opinión y desde mi preocupación profesional, es la programación del Club Prensa Canaria, en la actividad de su sala de exposiciones, ya que dada la carencia que esta ciudad (de casi 400.000 habitantes) tiene en la oferta de espacios expositivos abiertos no institucionales y con programación ininterrumpida, hace de este espacio una plataforma, más que digna, donde poder ver la obra de jóvenes artistas y, en ciertas ocasiones, de otros artistas con trayectorias profesionales más consolidadas.
Así pues, vayan desde aquí mis felicitaciones y mi sincero reconocimiento a La Provincia y a todos los que hacen posible, día tras día, este proyecto, tanto en su dimensión editorial como en la gestión cultural del Club de Prensa, sin distinción alguna, desde la directiva, los redactores y a todos los profesionales que intervienen en él.
Leopoldo Emperador 9 de Noviembre de 2006